martes, noviembre 11, 2014

MIS ULTIMAS PENAS





¡AY! CORAZÓN MÍO

¡Ay! Corazón mío
yo comprendo tu dolor,
aquel dolor inmenso
que dejo un falso amor,

Solo tú y yo sabemos
lo mal que nos pagó,
y a pesar de sus promesas
nos abandonó,

Ya no llores te lo pido
resignémonos los dos,
y dénoslo a esa ingrata
el último adiós,

Porque nada se merece
después de su traición,
ni un poco de cariño
y menos el perdón,

Dejemos que se vaya
olvidemos por favor,
y salgamos del abismo
de las penas y el dolor.
  
YO YA NO PUEDO QUERERTE

Yo no puedo quererte
porque la ley me impide,
una ley tan sagrada
que el reino de Dios nos pide,

Es cierto que yo te quise
como nadie podrá quererte,                
pero a pesar de todo
no me quejo de mi suerte,

Soy feliz con lo que tengo
para mi es mi estrella,
y en esta santa tierra
entre todas la más bella,

Mi corazón le pertenece
y mi alma la venera,
porque ella es tan noble
y tiene el alma muy sincera,

Yo no pienso defraudarlo
porque es a quien yo he buscado,
la mujer de mis ensueños
hoy vive a mi lado.

 AHORA QUE TÚ VUELVES

Ahora que tú vuelves
derrotada a mi lado,
me pides que te ame
como si nada hubiera pasado,

Pues déjame decirte
que todo ha terminado,
mi corazón, mi alma entera
a ti te han olvidado,

Has perdido el derecho
que yo te otorgado,
ser la dueña de mi vida
tú has renunciado,

Por eso hoy te pido
aunque sé que has cambiado,
te pido que te vayas
para siempre de mi lado.

 DE NADA SIRVE AMARTE

De nada sirve amarte
Sabiendo que eres ajena,
Ya no encuentro el remedio
Para aliviar mis penas,

Cada día es lo mismo
Es triste mi existencia,
Porque aquí tan dentro mío
Mi alma llora tu ausencia,

Ya no sé cómo librarme
Del dolor de tu partida,
Y presiento que ha llegado
El final de mis días,

Porque en verdad no puedo
Vivir sin tu cariño,
Y porque me duele tanto
No tenerte aquí conmigo.

Por eso hoy me queda
Morir en la tristeza,
Por pensar que me queridas
Y creer en tus promesas,

Adiós mi dulce niña
Mi fatal melancolía,
Te perdono y te deseo
Mucha suerte amada mía.

UN DÍA CAMINANDO

Un día caminando
A orillas del mar,
Encontré una sirena
A quien llegue amar,

Esa sirena eres tú
Mi Ángel celestial
Tienes los ojos luna
Y el cuerpo de cristal,

Te pareces a las diosas
Coronada en su altar,
Tu sonrisa y tu mirada
Me hacen a mí soñar,

Me trasladas a un mundo
De clima tropical,
Lleno de aromas y música
Donde no existe el mal,

Eres tú como soñaba
Como pude imaginar,
Tan tierna y apasionada
Y perfecta al caminar,

Por eso yo a ti te amo
Sin principio ni final,
Niña dulce y cariñosa

Tan bella y tan sensual.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal